Recurro frecuentemente al dolor de los recuerdos, como si necesitara seguir bebiendo de ellos; pero temo prostituir la palabra felicidad que la gente vomita fácilmente, sin siquiera meterse los dedos en la garganta.
Escucho el caminar de la gente entre la ciudad, el murmullo y la apatía. Escúchalo bien e intenta pensarlo como un impacto fortuito que dos estrellas sufrieron, en un universo con miles de estrellas que chocan cada segundo.
Escucho el caminar de la gente entre la ciudad, el murmullo y la apatía. Escúchalo bien e intenta pensarlo como un impacto fortuito que dos estrellas sufrieron, en un universo con miles de estrellas que chocan cada segundo.