viernes, 26 de junio de 2015

"Amantes" La danza del sufrimiento y el placer.

Como un cigarro al consumirse,
Como la tinta que impregna historias indecibles,
Como el aullido de un animal mortecino,
Como una niña sollozando a un ser inerte,
Como el otoño hace inexpresable a una rosa,
Como una esperanza sin final feliz,
Como la vez que me privaste de tus besos,
Como un golpe en la sien,
Como la cotidianidad,
Como la letra de una canción que jamás fue cantada,
Como la carta de amor que se extravió,
Como el día que no llegaste al lugar de siempre,
Como cuando el poeta deja de soñar,
Como el último suspiro,
Como las lágrimas de la desesperanza,
Como la puericia que se disipa entre neblina,
Como la última vez en casa,
Como el llanto ulterior de una llamada,

Como el fácil disparo sobre mi cuerpo que hizo correr mis sueños, como animales salvajes.
Como las ganas de tenerte cerca, con más balas apenas agarradas del cañón; amenazado cada día, de otro disparo que quizá no vuelva a dejarme vivo….


martes, 23 de junio de 2015

Hace meses te deje de sentir por completo y gane más de lo que perdí.....

Hay situaciones en la vida que, desatan furias torrenciales, nos agreden en muchos de nuestros sentidos y colapsan sin razón aparente, en el tiempo y el espacio.
Hay cuerpos sin vida, caminando al lado de más cuerpos muertos. Camuflándose con los “vivos”. Hoy entendí el motivo de las heridas sin sanar, pienso en ellas como la ceniza que está esperando volver, como estar encerrado en una capsula o ser un péndulo que no se conforma con ver el propio cuerpo yendo de la desdicha a la falsa cordura, que se va terminando poco a poco; consumida por este cuerpo lento y aturdido que no tiene más opciones que seguir moviéndose de un punto a otro.
Como todos tengo mis ideas y mis fantasías. Soy esclavo de mí mismo, de mis demonios que tienen casi toda la culpa de que mi sangre siga fluyendo en mi cuerpo. Recurro frecuentemente al dolor de los recuerdos, como si necesitara seguir bebiendo de ellos; pero temo prostituir la palabra felicidad que la gente vomita fácilmente, sin siquiera meterse los dedos en la garganta.
Escucho el caminar de la gente entre la ciudad, el murmullo y la apatía. Escúchalo bien e intenta pensarlo como un impacto fortuito que dos estrellas sufrieron, en un universo con miles de estrellas que chocan cada segundo.

Todos sienten que falta mucho para poder olvidarlo, como yo pienso ahora que falta mucho para pensar que ya no me tienes, ni que yo podre tenerte más: falta soledad, falta tú sombra que se disfraza de las demás sombras que hay en mi alcoba y los besos que volverán a ser fríos el próximo invierno. Faltan los puntos finales que me he estado guardando por tanto tiempo y, que ahora no estoy seguro de tenerlos todos, reunidos en la memoria, o si me faltará alguno que me haga despertar a media noche, arrepentido por no haberlo puesto ahora………………….