Hay cuerpos sin vida, caminando al lado de más cuerpos muertos. Camuflándose con los “vivos”. Hoy entendí el motivo de las heridas sin sanar, pienso en ellas como la ceniza que está esperando volver, como estar encerrado en una capsula o ser un péndulo que no se conforma con ver el propio cuerpo yendo de la desdicha a la falsa cordura, que se va terminando poco a poco; consumida por este cuerpo lento y aturdido que no tiene más opciones que seguir moviéndose de un punto a otro.
Como todos tengo mis ideas y mis fantasías. Soy esclavo de mí mismo, de mis demonios que tienen casi toda la culpa de que mi sangre siga fluyendo en mi cuerpo. Recurro frecuentemente al dolor de los recuerdos, como si necesitara seguir bebiendo de ellos; pero temo prostituir la palabra felicidad que la gente vomita fácilmente, sin siquiera meterse los dedos en la garganta.
Escucho el caminar de la gente entre la ciudad, el murmullo y la apatía. Escúchalo bien e intenta pensarlo como un impacto fortuito que dos estrellas sufrieron, en un universo con miles de estrellas que chocan cada segundo.
En el ambiente nostálgico que presentas, la melancolía me llegó al pensamiento con una sola idea, siempre añoramos algo/alguien que tuvimos pero no está más. Creo que la idea de búsqueda es interesante, pero cómo saber cuando los puntos suspensivos son suficientes.........
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